Por lo general, las autoridades fiscales considerarán a una persona como autónoma si decide ser reconocida como tal, o si está generando ingresos de tal manera que la persona está obligada a presentar una declaración de impuestos en virtud de la legislación de la jurisdicción pertinente. En el mundo real, la cuestión crítica para las autoridades fiscales no es que la persona esté negociando, sino si es rentable y, por lo tanto, potencialmente imponible.
En otras palabras, es probable que se ignore la actividad comercial si no hay beneficios, por lo que las autoridades generalmente ignoran la actividad económica ocasional y basada en el hobby o en el entusiasmo, y las personas que trabajan por cuenta propia encuentran su propio trabajo en lugar de que un empleador les proporcione trabajo, y obtienen ingresos de una actividad comercial o de un negocio que explotan.
En algunos países, los gobiernos (los Estados Unidos y el Reino Unido, por ejemplo) están poniendo más énfasis en aclarar si una persona trabaja por cuenta propia o tiene un empleo disfrazado, a menudo descrito como la pretensión de una relación contractual intraempresarial para ocultar lo que de otro modo sería una simple relación empleador-empleado.Aunque la percepción común es que el autoempleo se concentra en unas pocas industrias del sector de servicios, como los vendedores y los agentes de seguros, la investigación de la Administración de Pequeñas Empresas ha demostrado que el autoempleo se da en un amplio segmento de la economía de los EE.UU.
Además, se ha demostrado que las industrias que no se asocian comúnmente como aptas para el autoempleo, como la industria manufacturera, tienen una gran proporción de personas que trabajan por cuenta propia y empresas basadas en el hogar.En los Estados Unidos, se considera que cualquier persona trabaja por cuenta propia a efectos fiscales si esa persona dirige un negocio como propietario único, contratista independiente, como miembro de una sociedad colectiva o como miembro de una sociedad de responsabilidad limitada que no elige ser tratada como una corporación.
Además de los impuestos sobre la renta, estas personas deben pagar los impuestos del Seguro Social y de Medicare en la forma de un impuesto SECA (Ley de Contribuciones al Autoempleo).